Os dejo el relato de aquél día tan feliz para todos.
AL OTRO LADO DE LA RED……..SE ASOMABA VENEZUELA
Esta es una de tantas historias que suceden en la red pero para mi esta es especial, ha hecho que me sienta inmensamente gratificada con mi trabajo como monitora del cibercentro de Sabero, puesto que hemos servido de nexo de unión entre madre e hijo, la Señora Julia y su hijo Chucho han podido verse a través de una videoconferencia después de más de diez largos años de separación.
La protagonista de esta historia es la Señora Julia, y para mi es tan especial por dos motivos: ha sido mi vecina desde hace 20 años y con 92 años es capaz de valerse por si misma. Lo que yo ignoraba era que la Señora Julia tenía un hijo en Venezuela, Jesús, llamado familiarmente: Chucho. El cual, una vez finalizados sus estudios, partió hacia Venezuela con la maleta repleta de recuerdos de su pueblo, hacía una nueva tierra por explorar. Allí empezó a ejercer como profesor, conoció a su mujer y tuvieron un hijo, Tito, que actualmente está casado y tiene una muñequita de inmensos ojos azules, que según la expresión venezolana: “ha sacado a su madre”. Tito, navegando por la Red, encontró la Asociación “Amigos del Museo Minero de Sabero”. Se puso en contacto con ellos y les contó quien era. A partir de ahí comenzó a escribirse vía e-mails, con una usuaria del Telecentro, miembro de la asociación, la cual me puso al corriente de la situación y entre todos decidimos traer a la Señora Julia para que pudiesen mantener una videoconferencia y ver a su familia. La primera vez que la Señora Julia vino al Telecentro pudo ver fotos que su nieto la había mandado de su familia. Fue muy emotivo ver su cara de sorpresa cuando la foto de su hijo salía por la impresora ¡¡para ella fue como un milagro!! En cuanto se la di la apretó contra su pecho exclamando: “¡¡ayyyy mi hijo!!”
Por fin el sábado 9 de abril a las 10:30 de la mañana hora española 4:30 en Venezuela pudimos quedar para que se viesen después de tanto tiempo. Yo me sentí la persona más feliz del mundo viendo a la Señora Julia llenar de besos la pantalla al ver a su hijo asomado en ella. Los dos estaban muy emocionados. A la señora Julia la preocupaba que estuviesen bien y al comprobar, a través de la cámara, que estaban perfectamente se quedó mucho más tranquila porque dice: “no es lo mismo cuando hablan por teléfono que verles”. Se gastaron un montón de bromas, su nieto decía que le estaba “empañando el monitor” con tanto beso. Chucho se interesaba por cosas que había aquí cuando se fue, y la decía a su madre que le mandara: “chorizos y morcillas” de las que hacia ella cuando él estaba aquí. De repente Chucho desapareció de la pantalla para aparecer enseguida con una gorra y entre risas decía: “Es para subir a las Ruedonas” su lugar favorito del monte de Sabero. Las Ruedonas son unos interesantes restos mineros que consistían en un plano inclinado con doble vía que hacía descender por su peso las vagonetas del carbón extraído en las minas.
En definitiva…….., fue una mañana memorable donde se mezclaron añoranzas, lágrimas, recuerdos, pasado y presente….
